Una denuncia dirigida contra el concejal de Porvenir y operario de una empresa minera, Carlos Soto Miranda, formuló la joven trabajadora de la empresa acuícola Nova Austral, Daniela Santana San Martín, quien sufrió mordeduras de consideración por un perro que salió del domicilio del aludido y que sería propiedad del edil. En su relato, depuesto el jueves pasado en la Tercera Comisaría de Carabineros -y refrendado ayer en la Fiscalía de Porvenir- la denunciante aseguró que el feroz ataque fue sorpresivo, sin darle oportunidad de defensa.
“Al bajar habitualmente a mi trabajo por calle Damián Riobó, cerca de las 6 horas, en la intersección con calle Croacia, sale ladrando un perro grande, de aparente raza pastor alemán, color café y lomo negro, el que me ataca violentamente, sin darle motivo. Se abalanzó a mi costado derecho, por lo que caí al suelo sobre mi mano izquierda, esguinzando mi dedo pulgar. Como pude me defendí con la bolsa que portaba mis pertenencias”, relató la afligida mujer.
Dijo que tras varios minutos y fallidos intentos por patear al can, éste la soltó y volvió a su casa, mientras ella quedó en el suelo, logrando reincorporarse y dirigirse al hospital. Allí la atendió un médico, le hicieron curaciones e inyectaron la vacuna antirrábica, siendo citada a tratamiento de kinesioterapia y le expedieron licencia médica por 20 días. Estimó que no es la primera persona atacada por el mismo perro, ya que al llegar a su trabajo para tramitar la licencia, la prevencionista de riesgos le sugirió que haga la denuncia, porque días atrás le había pasado lo mismo a otro trabajador de la empresa.
Daniela Santana apuntó que al daño físico -que le afectó la zona del abdomen y un brazo- el animal le rompió la casaca que vestía, dejándola inutilizable. El fiscal (s) de Porvenir, Sebastián Marín, clarificó que la denuncia no especifica al concejal enunciado, aunque sí al domicilio del cual salió y volvió el perro.
La víctima pidió que el propietario de la mascota “responda por los daños y perjuicios ocasionados, porque la agresión brutal de que fui víctima fue traumática para mí. Opino que si tiene un perro tan agresivo, él debiese tener mayor cuidado y tomas las medidas de seguridad necesarias, para que este animal no sea un peligro para la sociedad”.
Concejal: “Si fue mi perro, voy a responder”
Tras varios intentos por ubicarlo, Carlos Soto respondió ayer desde su lugar de trabajo, en un laboreo aurífero del cordón Baquedano, asegurando que su perro -si bien admite que es muy bravo- está siempre amarrado, al igual que el portón de su casa, que permanece cerrado. Sin embargo, dijo que de inmediato se iba a contactar con la afectada, “para conocer los hechos y ver cómo puedo responderle, ya que si es efectivo que fue mi mascota, me haré cargo del mal ocasionado, que es lo que corresponde en estos casos”, resumió.
Fuente: La Prensa Austral