“A nosotros nos faltó el insumo que pidió el concejal Juan Bahamonde en enero de 2017: que al municipio se le haga una auditoría externa sobre ejecución presupuestaria que nos muestre cómo utiliza los recursos la alcaldesa, porque la verdad, como dije en varias reuniones de control previas al rechazo a la planta funcionaria, es que no sabemos cómo se distribuyen las platas”. Fue la primera respuesta del concejal Carlos Soto a porqué rechazó la modificación propuesta por la jefa comunal fueguina de modernización de la planta de funcionarios comunales.
El segundo motivo que esgrimió el edil es el aumento de $200 millones anuales, “siendo que hoy está comprometida la mitad de esa cifra en honorarios. Y había 9 jefes que se subían los sueldos con un 20% de aumento, lo que no pasa en ninguna parte del mundo, y eso significaban $108 millones al año. Desde ese punto de vista, el aumento era muy grosero”, estimó.
Agregó que el año antepasado quedaron $70 millones y el recién pasado sobró $100 millones, preguntando: “¿Y qué pasa si hubiéramos tenido una planta que costara $200 millones, habríamos quedado debiendo cien millones de pesos? Ese es el gran problema. Tenemos que ver cómo anda este año el municipio, porque además el año pasado se mantenían $400 millones del seguro del gimnasio, que sirvió para aguantar del 2016 a la fecha”, detalló.
Percibió “arreglín”
de sueldos
No es lo único planteado por el edil, ya que al presentar la propuesta, la alcaldesa le dijo al Concejo que irían a aumentar al doble el cobro de algunos servicios, como la extracción de desechos a los industriales; se iba a aumentar en un 20% el valor de la licencia de conducir y cien por ciento la entrada al museo, lo que dispensaría parte de los recursos adicionales requeridos.
“Se cuestionó qué pasaría si los industriales deciden llevar sus residuos a otra parte y nos quedamos sin esa plata. Más que un mejoramiento de planta, esto parecía un ‘arreglín’ de sueldos, porque sólo se estaba beneficiando a jefes y a un solo auxiliar. No todos iban a ver mejorados sus sueldos y se jugó con esa realidad, algunos no recibían nada”, enfatizó.
Para jubilados no y
sí para empleados
“También me parece descabellado que este año jubilaron con 40 años de servicio funcionarios de Educación que están por la ley antigua y a ellos les corresponden $40 millones (un millón por año) y el municipio les dijo que no tenía plata. Así, algunos iniciaron su jubilación fuera de este beneficio. Y ahora salimos con este chiste: que sí hay plata, pero para subirle el sueldo a los empleados, ¿en qué quedamos?”, cuestionó.
Explicó que el salario más bajo de los funcionarios municipales es superior a un millón de pesos y el máximo es el de la alcaldesa, con $5,3 millones. En cambio, el sueldo de los trabajadores de retiro de escombros domiciliarios y áreas verdes -como observó su colega Bahamonde, especificó- debiera sí mejorarse, porque reciben el mínimo (menos de $500 mil).
Por lo anterior, Soto afirmó que mantendrá su voto en contra de la propuesta alcaldicia, aún cuando la reponga las veces que sea necesario. “Marisol Andrade no es la misma de hace 4 años, pues hoy día se jacta de ser contador auditor y me extraña que a fin de año le iban a sobrar cien millones de pesos, pero le iban a faltar cien con esto. O sea, hace un falso cálculo”.
Concejal Verdugo
Como parte de los 5 concejales que votaron en contra de la propuesta de nueva planta municipal, el edil Ryan Verdugo explicó que el plan edilicio era muy general, al punto que no se podía ver cuáles eran las mejoras al realizar la modificación. “Va relacionado también a cuál es el mejor servicio que le vamos a dar a la ciudadanía, en qué beneficio se traduce para la comunidad y porque sólo había acuerdos de palabra, pero no está traspasado a texto”, argumentó.
“Yo entiendo que la alcaldesa se quiera subir un grado, para permitir que algunos directivos suban también, pero si yo fuese alcalde no lo haría, pero ése no era mi argumento, aunque sí el de otros concejales”, clarificó. Dijo entender que la ley permite la modificación y que el proceso se hace en dos etapas.
“La primera fue un alza por el solo ministerio de la Ley, que se subió algunos grados, y la segunda faculta a los
muncipios cada 8 años, a hacer una modificación de sus plantas, para que los funcionarios tengan movilidad y también para que algunos a contrata pasen a planta. Pero también yo le explicaría a la ciudadanía en qué se va a beneficiar”, puntualizó.
Detalló que está de acuerdo con que los trabajadores quieran mejorar su situación y que si la alcaldesa quiere reponer la propuesta en marzo, debe existir diálogo para poder escucharse mutuamente y poder llegar a buen puerto. “Cuando como Concejo trabajamos algunos puntos, llegamos a lo mejor para la comuna, para el municipio y para sus funcionarios”, recomendó.
Al cerrar, el concejal fueguino quiso dejar en claro que la dieta reajustada del cuerpo colegiado que integra -ajustada al máximo legal- es una norma que existe desde que se creó el Concejo Municipal. “Siempre ha sido así, en todos los concejos, no tiene relación con el tema de planta funcionaria”, clarificó.
Fuente: La Prensa Austral