Conceptos similares vertió el actual gobernador de la provincia Antártica, Juan José Arcos, quien además acusó que la falta de gestión de la exdirectora fue, en gran parte, responsable de la muerte de magallánicos.
“Estoy sorprendido por la noticia, dado el tremendo poder que ella tenía, pero es un acto de justicia divina”, nos dice Miguel Ruiz, padre de Roxana Ruiz, uno de los casos más emblemáticos de muertes provocados por la criticada falta de gestión del Servicio de Salud Magallanes.
Sus palabras al enterarse de la salida de Pamela Franzi de la dirección del Servicio de Salud Magallanes fueron especialmente duras. “Ella no merecía estar en ese cargo, se cometieron muchas anomalías durante su mandato. Por ella ha muerto un montón de gente en Porvenir.
Cuando estuve frente a frente con ella en una audiencia de avenimiento me di cuenta que no tenía los conocimientos para ejercer en propiedad el cargo de directora del Servicio de Salud Magallanes, pues no tuvo ningún argumento para responder a nuestras acusaciones”, expresó.
Ruiz encabezó una serie de manifestaciones en contra de las autoridades del Servicio de Salud Magallanes criticando la forma cómo entró en funcionamiento el nuevo y muy cuestionado Hospital de Porvenir. “Más allá del dolor que tengo por la muerte de mi hija, se mantienen nuestros cuestionamientos al personal de este recinto hospitalario. Vemos un mal empleo de las capacidades de los profesionales en un tremendo edificio que carece de las capacidades profesionales mínimas”.
Ruiz recordó que sostuvo una reunión con la Presidenta Bachelet para hacerle ver estas situaciones, “pero lamentablemente no conseguimos nada y el hospital sigue sin protocolos adecuados para atender las situaciones de emergencia que pudieran producirse por la falta de especialistas en todas las áreas”, expresó.
Arcos
Testigo privilegiado del drama de las víctimas de estos casos, fue el abogado Juan José Arcos quien llevó adelante una serie de juicios en contra del Servicio de Salud Magallanes, durante la actual gestión.
También respondió con dureza. “Es un acto de justicia divina, pues se trata de una persona que no mostró las calificaciones necesarias para este alto cargo”. Recordó que, a diferencia de otros servicios de salud, Franzi no era doctora sino enfermera, “situación bastante novedosa en el Ministerio de Salud y que, sin duda, no dio buenos resultados”.
-Pero el hecho de ser enfermera tal vez no haya sido el foco del problema.
“Probablemente, porque la mayor crítica fue su total falta de acción e ineficiencia que ocasionó la pérdida de muchas vidas en Magallanes. No hubo en ella una autoridad empoderada que buscara mejorar la calidad de vida de los habitantes de esta región sino tan sólo administrar los recursos existentes”.
La principal queja de Arcos apunta a que nunca hizo nada por mejorar los protocolos, sin tener la proactividad necesaria para mejorar la forma de llevar a cabo un aspecto tan crítico como son las aeroevacuaciones, pese a tener el respaldo y la colaboración absoluta de todos los servicios”, indicó.
Arcos agrega que “nunca hubo una autocrítica o una capacidad de darse cuenta de los problemas que su gestión deficiente generaba lo que llevó a una situación tan extrema como fue la constitución del Comité de Defensa de Porvenir, una situación confusa donde lejos de intentar solucionar el problema de las aeroevacuaciones se dedicó fundamentalmente a estar litigando o en conflicto con la comunidad”.
Arcos agregó que, en términos prácticos, su salida “es un gran alivio para mi gestión en mi actual calidad de gobernador de una zona tan extrema como es la provincia Antártica, donde las aeroevacuaciones son una situación latente en todo momento”. Recordó que el caso de Roxana Ruiz es tan sólo uno de los numerosos casos en los cuales la falta de gestión de la ex directora sólo generó desconfianza.
Finalmente, el presidente regional de la CPC, Alejandro Kusanovic, agregó que el hecho que se hubiera rechazado el nombramiento en Contraloría da cuenta de la falta de prolijidad con que se intentó asegurar su puesto.
Fuente: El Pinguino