LOCALES

Ex gobernador Alfredo Miranda: “Este bicho es terrible y hay que cuidarse mucho”

Andaba bien, y de un rato para otro todo cambió para Alfredo Miranda Mancilla, que en noviembre próximo cumplirá 72 años de edad. En una mañana de agosto, que se aprestaba ir a la Isapre, al final terminó internado en el Hospital Clínico de Magallanes por Covid.

Pasó por la Uci y luego completó la travesía pasando por las salas de recuperación y, ahora, esta semana, el ex director del Registro Civil y ex gobernador provincial de Tierra del Fuego, fue dado de alta.

En estos momentos sólo tiene palabras de agradecimiento con el personal del centro asistencial. Con todos por igual: médicos, enfermeras, técnicos paramédicos, auxiliares. Personalmente comprobó la excelente atención de todos ellos, y del esfuerzo de cada uno, pese a la tremenda sobrecarga de trabajo que tienen hace meses por la pandemia.

“Este bicho es terrible”, dijo ayer en conversación con La Prensa Austral. Miranda dice que su hija jugó un rol importante en salvarle la vida, porque ese día, cuando iba a salir, antes habló con ella por teléfono. Al escucharlo notó que su padre no estaba bien. Le pidió que no se moviera, que iba en camino, porque Alfredo se levantó ese día con la idea de pedir hora al médico por un tema bronquial, porque es asmático.

Generalmente es formal en su forma de vestir, pero cuando llegó la hija lo encontró con ropa de distinto color, no acorde a su estilo de ir a realizar un trámite. “Me notó raro mi hija así que quiso acompañarme, porque yo iba a salir solo y más encima conduciendo. Salimos y en el camino ella se dio cuenta que no estaba bien, porque hacía preguntas medias incoherentes y a medida que fue pasando el rato fui perdiendo la consciencia, así que me llevó de inmediato al hospital”.

Agradecimiento eterno

En el Servicio de Urgencias le detectaron que tenía los síntomas del coronavirus y quedó internado, pasando directamente a la Uci.

“De lo que recuerdo, porque pasé muchos días inconsciente, es la atención extraordinaria del personal médico”, quiso destacar.

Con el paso de las semanas su evolución fue positiva, lo que fue notando en la medida que lo iban cambiando de sala. En la última estuvo como diez días, donde finalmente consiguió el alta y ahora está en casa de la hija Mónica; su yerno Renato y nietas Javiera y Katia, a quienes dedicó palabras de agradecimiento por el importante apoyo que son para él en estos momentos, en la fase post pandemia.

Fue muy duro el proceso vivido con la enfermedad, por eso agradece tanto los cuidados médicos recibidos.

Pensé perder la vida

“Varias veces pensé, hasta acá nomás llegué. Incluso le dije a la enfermera que no daba más, que no quería seguir luchando contra el bicho, pero ellos me animaban a ganarle. Ya no puedo más, decía, pero me alentaban y daban fuerzas, incluso con los ejercicios”.

Dentro de lo malo tuvo la fortuna de no ser intubado, porque a la Uci llegó equipamiento de última generación, que evita este procedimiento en algunos pacientes.

Aprovechó esta entrevista para agradecer los cientos de mensajes y llamados telefónicos que llegaron a su celular o familiares, preocupados por su estado de salud. “Es impresionante sentir tanto afecto, transversal, políticamente y religiosamente”.

Ha escuchado a gente decir que lo del Covid es un invento. Realmente Miranda no entiende cómo puede haber alguien que sostenga eso. “Creo que quienes lo piensan no están en este mundo o no piensan. Yo estuve casi un mes internado y logré cruzar la valla, pero cuántos miles no lo han logrado en el mundo. Afirmar eso es un absurdo”.

Por ello, al final no tiene otro mensaje a la ciudadanía más que cuidarse el triple y a tomar los resguardos necesarios. Citó La Prensa Austral

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