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Centro de Formación Técnica de Porvenir solamente ha tenido dos deserciones

Justo en el año en que el mundo cambió para siempre a causa del Covid-19, comenzó a funcionar en Porvenir, el Centro de Formación Técnica (CFT), que cuenta con dos carreras y cuya primera matrícula alcanzó los 30 estudiantes. La emergencia sanitaria producto del coronavirus alteró evidentemente los planes, pero a pesar de las dificultades que representa la conectividad a Internet en la capital fueguina, las actividades se han desarrollado con normalidad, dentro de este contexto.

El rector del CFT, Christian Quezada, aseguró que han debido sortear diversas situaciones desde que comenzaron a trabajar, en diciembre, con la implementación, con la idea de empezar las clases en marzo, las que debieron adaptarse a una nueva modalidad no presencial. “Fue una situación bastante compleja, porque tuvimos que centrar la formación en nuestros estudiantes para que puedan adquirir competencias laborales, que les sirvan después en el empleo. Desde un principio consideramos tener un alto componente tecnológico en nuestros procesos formativos, entonces en nuestras aulas virtuales donde tenemos alojados todos nuestros recursos de aprendizaje, ya estaban medianamente construidos, entonces cuando tuvimos que migrar a una modalidad no presencial, no fue tan traumático, pero sí significó un esfuerzo en tener que capacitar aún más a nuestros docentes y hacer un diagnóstico e identificar cuáles eran las complejidades que tenían nuestros estudiantes para poder vivir este proceso formativo en una modalidad que nadie eligió y que nos vimos obligados a desarrollarla”, expuso.

Se realizó un análisis de las condiciones de los estudiantes, la disponibilidad de conexión y dispositivos tecnológicos, porque “atendemos a un grupo de personas con alta vulnerabilidad social y por eso vimos que a varios de nuestros estudiantes tuvimos que facilitarles dispositivos móviles, tablets, puntualmente, para que pudieran vivir este proceso con los recursos necesario. Y a la vez, detectamos que en Porvenir tenemos el gran problema de la conectividad, porque si bien llegan empresas proveedoras de Internet, la calidad es bastante deficiente. Por eso, identificamos algunas empresas con mayor cobertura y les asignamos a los estudiantes, chip para que puedan conectarse a Internet”, apuntó el rector.

Hay una diferencia sí con respecto a otros sistemas, puesto que las clases no se realizan completamente por videoconferencia, sino que “todos los recursos y actividades las realiza el estudiante en el aula virtual, considerando que la mayoría de los estudiantes son trabajadores y que no tienen el tiempo suficiente para estar muchas horas frente a un computador, exceptuando una actividad sincrónica que es una reunión virtual donde el estudiante puede resolver consultas y hacer ejercicios virtuales”.

Pese a estas dificultades, el CFT comenzó a funcionar con sus dos carreras Técnico en Administración de Sistemas Logísticos y Técnico en Turismo, y matricular treinta estudiantes, sufriendo una deserción bastante baja, con solamente dos solicitudes de abandono al término del primer semestre, mientras que el segundo semestre se inició el lunes 24 de agosto. “Esperamos el próximo año y tenemos una buena aceptación por parte del directorio, abrir un área que tiene que ver con recursos naturales”, adelantó.

Por último, Christian Quezada apuntó que el CFT tiene adecuados todos los espacios para tener un retorno a clases cuidando todas las medidas sanitarias. “Podemos tener hoy tanto la autorización sanitaria, protocolos, informados a la seremi de Salud y podríamos empezar, pero entendemos que la situación sanitaria es bastante compleja”. Es así como las clases presenciales no serán obligatorias, y muy reducidas, ya que se realizarán solamente en actividades prácticas.

Fuente: La Prensa Austral

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