Presidente del Sindicato de Centro de Cultivos analizó situación de la empresa acuícola
Dijo que le consta que los funcionarios inspeccionaban de manera deficiente. “Todo esto se pudo evitar, ya que fiscalizar no es ir a mirar, ponerse un casco, un par de botas y observar con las manos atrás”, complementó
“Yo le diría a la directora de Sernapesca (Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura), Alicia Gallardo, si ella se hará responsable de los casi mil puestos laborales que se van a perder”, lanzó el presidente del Sindicato de Centros de Cultivo de Nova Austral, Cristián Obreque Erices, al atribuir buena parte del fraude contable de mortandad de peces por la que esa empresa de capitales noruegos fue llevada a tribunales a la deficiente fiscalización de la institución que vela por la actividad acuícola.
Dijo que le consta que los funcionarios de Sernapesca llegaban a un centro de cultivo, sacaban muestras, revisaban los papeles y se iban. “En eso consistía su fiscalización, muy pocas veces revisaban a fondo y cuando se hace ‘vista gorda’ uno se da cuenta que en realidad no hacen su pega, porque esto se pudo evitar, ya que fiscalizar no es ir a mirar, ponerse un casco, un par de botas y observar con las manos atrás”, complementó.
“¡Paren los ‘castigos’ a la compañía!”
“Desde que pasó todo el tema de la mortalidad de salmones empezó un castigo contra Nova Austral, que ha pagado multas y se le ha reducido la producción. Eso significa que de los 7 centros de cultivo existentes en el área de Aracena y Cockburn, hay 5 que funcionan con producción mínima. Hay un centro que tiene 2 jaulas, otro tiene 4, uno con 8, otro con seis, cuando lo normal es que trabajemos de 18 a 20 jaulas”.
Para el nivel de actividad, la dotación por rol habitual era de 18 operarios rotando por cada centro de cultivo -indicó- pero hoy con 2 jaulas en un centro hay apenas 4 ó 5 personas, lo que dice agradecerle a la empresa, que está “aguantando” mantener a la mayoría de sus trabajadores. En todo caso, hubo 21 desvinculados en los centros de cultivo, de los cuales 17 eran del sindicato que preside Obreque.
Pese a no defender a la empresa (que para eso tiene 15 abogados, señala), el dirigente dijo ser consciente de que a Nova Austral se la ha multado, le retienen pagos de subvención de Ley Navarino, del DL889, se le quitaron certificaciones y se le bajó la producción, lo que ha repercutido en definitiva en los trabajadores. “Me parece que Sernapesca y las autoridades de la región deben decir: ‘Ya, paremos un poco’, porque al final están perjudicando netamente al trabajador”, acentuó.
Cree que la firma acuícola “más abajo no puede estar, porque si tenía la opción de vender, ahora me enteré que tiene trabado embargos, entonces ¿qué quieren, matar a la empresa?, porque si quieren matar a Nova Austral sean claros y díganlo, pero no lo maquillen. Porque si fuera otra entidad fiscalizadora quizás se entendería, pero es Sernapesca, que debió haber hecho una fiscalización completa en su momento, pero nunca la hizo bien”, acusó.
“La empresa ya está suficientemente castigada y ahora debe tener la oportunidad de enmendar lo que hizo ¡y lo está haciendo! Todo lo que es producción me consta que lo está cumpliendo legalmente, por algo hay dos centros que van a volver a ser certificados, Aracena 9 y 1, que es donde me desempeño,y esperamos mantenga los puestos laborales”, clamó.
Cabe recordar que hace algunos días, la directora nacional de Sernapesca, Alicia Gallardo, si bien valoró la sanción económica emanada de tribunales – que sólo determinó aplicar la multa solicitada por ese servicio en contra de Nova Austral, por 3000 UTM-, anunció que apelará a dicha sentencia, “porque creemos que no existen antecedentes que justifiquen que no se haya aplicado la suspensión de operaciones, como ordena la ley”. En esa misma oportunidad añadió que deben existir muestras concretas de la institucionalidad porque “este tipo de comportamiento no es tolerable y, por ende, deben operar en su integridad las sanciones establecidas para evitarlo».
Gerente fiscalizador de Sernapesca
Agregó que pudo enterarse que el directorio de Nova Austral hace poco contrató a un gerente que está directamente vinculado a Sernapesca, para revisar que todo el proceso interno de la compañía se haga bajo el marco legal. Esto evitaría lo sucedido con la gerencia anterior, cuando se produjo el lamentado fraude en los índices de contabilidad de salmones muertos, acotó.
Obreque finalizó informando que hoy en día Nova Austral está viviendo la primera “laguna de cosechas”, porque no está cosechando peces propios y por eso la firma -para sostenerse- cerró contrato con dos empresas para faenar en la planta de Porvenir, Tierra del Fuego, “pero éstas están próximas a abrir su propia industria. Entonces, no sabemos qué pasará con nosotros y lo peor es que ninguna autoridad regional ha tomado en consideración a los trabajadores de Nova Austral”, lamentó.
Concejal pide reconsiderar sanción atendiendo situación de pandemia
Luego del fallo emitido por el Primer Juzgado de Letras de Punta Arenas que condenó a la empresa Nova Austral a una multa de 3 mil UTM, tras declararla culpable por entregar información no fidedigna y fuera del plazo al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, por ocultar información respecto a las mortalidades ocurridas en centro de cultivos, el concejal de Porvenir, Mario Cárcamo, manifestó conformidad por dicho fallo, “ya que ninguna empresa o persona está sobre ley, por lo que espero se acate la resolución judicial”.
No obstante, agregó que su preocupación “radica en lo que está solicitando Sernapesca, en cuanto a decretar la suspensión de las operaciones por hasta 2 ciclos productivos, lo que si bien es algo que puede estar contemplado dentro de la Ley de Pesca, es una medida que habría que reconsiderar, en virtud de los tiempos que estamos viviendo”. Agregó que “para todo porvenireño es sabido que la empresa Nova Austral mueve la economía de la comuna, dando empleos de manera directa e indirecta para alrededor de mil personas”.
Lo anterior se traduce -acentuó- en una serie de servicios asociados como transporte, alojamientos, comercio en general, etc., por lo que lo anterior “sería una debacle económica que nos retrotraería a la década de los 80, cuando las fuentes laborales eran escasas y se decía ‘el último apaga la luz’. Espero que esto no suceda y que las autoridades competentes en la materia den a conocer, a nivel central, el sentir de nuestra comunidad”, exhortó Cárcamo.
Fuente: La Prensa Austral