LOCALES

José Secundino López Maldonado “Un personaje de muchos oficios”

José Secundino López Maldonado

Músico, profesor, técnico electrónico y funcionario de la Compañía de Teléfonos. Cumplió su sueño de tener una radioemisora en Porvenir

“Nunca en la vida, una operadora telefónica debía ser indiscreta ni escuchar conversaciones ajenas; tenía que soportar muchas veces el mal genio de los abonados y, en momentos de catástrofe, mantener la sangre fría para preocuparse de ayudar entregando la información necesaria a la comunidad preocupada”. Así lo dijo Dora Martínez, una antigua operadora telefónica de Punta Arenas.

Las telefonistas fueron sin duda las voces de una época. En todas las compañías telefónicas este trabajo era casi exclusivamente femenino. Al parecer el timbre de voz de mujer era más comprensible en un momento en que la comunicación telefónica no era excesivamente buena.

“Eran bellas mujeres con un alma muy sensible y, aunque no todas bien parecidas, poseían una voz que en muchas ocasiones llegaba a enamorar y cuando los abonados las iban a conocer se daban cuenta que estaban lejos de cómo las imaginaban. Pero, eran hermosas de espíritu”.

Las palabras brotan de los recuerdos de José Secundino López Maldonado, personaje de muchos oficios que partieron cuando niño en Porvenir, capital de la Provincia de Tierra del Fuego.

“Nací el 2 de julio de 1957. Mis padres fueron Santiago López López y Griselda Maldonado Cárdenas, el primero originario de Achao y la segunda procedente de Curaco de Vélez, en Chiloé”.

“Mi padre vino a los 15 años a Porvenir y los curas de la época le consiguieron trabajo en la estancia Domeiko, como peón de campo. Trabajó también en el oro, pavimentación, obrero en la construcción del frigorífico y otras actividades hasta llegar a comerciante, lo que le mereció el título de Ciudadano Ilustre de la Comuna. Son muchos los que recuerdan a ‘Chachao’, vendiendo en su emporio, instalado en su casa, los famosos tehuelches o los confites candy”.

“Soy el segundo de cuatro hermanos, Juan, el mayor (Q.E.P.D.), luego yo, y a continuación Francisco e Isabel. Desde nuestra niñez vivimos en nuestro hogar de calle Muñoz Gamero esquina Sampaio, el cual se ubicaba muy cerca de la escuela Fiscal (hoy, Bernardo O’Higgins), donde estudiamos. Mi hermano mayor cursó su enseñanza media, en la Escuela Agropecuaria Las Mercedes”.

“Nuestra vida de pequeños en Porvenir fue inolvidable. Una infancia espectacular con muchos conocidos que venían a comprar al negocio, que en el año de mi nacimiento había instalado mi padre: ‘El Satélite’. Mis padres, decidieron ponerle ese nombre al boliche porque fue inaugurado el 4 de octubre de 1957, el mismo día en que el satélite de la Unión Soviética Sputnik 1, fue puesto en órbita”.

“Nuestros entretenimientos de niño, los clásicos de la época, cuando no existían los celulares: la bicicleta, la pelota, el trompo, el emboque y otros. En invierno, teníamos al alcance de la mano una laguna donde íbamos a patinar y a jugar con nuestros trineos”.

El regalo ideal

“Con mi hermano no dejamos ninguna olla que no haya sido abollada con nuestra incursión sonora. Como me gustaba la música, a los 12 años mis padres me regalaron un acordeón. Fue un amor a primera vista con el instrumento. Me lo obsequiaron en la mañana y ya en la tarde estaba tocando un corrido de moda: ‘Adolorido’”.

“En el colegio formamos una primera orquesta con Italo Manzo y Chito Sánchez, para algunos eventos estudiantiles”.

“Alguien pasó la voz que yo tocaba el acordeón y fui contratado para animar las ramadas del 18 de septiembre. Yo era muy chico aún, pero, músicos mayores, me iban a buscar al colegio para integrar orquestas que actuaban en diferentes locales”.

“En 1972 me fui a estudiar a la Escuela Industrial de Punta Arenas, egresando al año 1974, con el título de electromecánico. En ese entonces, el 80 por ciento de los egresados de la Eispa (Escuela Industrial Superior Punta Arenas), ingresaban de inmediato a la Empresa Nacional del Petróleo. Yo, decidí seguir estudiando en la Universidad Técnica del Estado, para cursar la carrera de mantención de equipos industriales y posteriormente, ya el año 2000, obtuve el título de Ingeniero Industrial”.

“Yo tenía una máxima: ‘Soy estudiante de lunes a viernes en el día. Viernes y sábado en la noche me transformaba en músico’. Lo mantuve hasta la Universidad, especialmente en las vacaciones de verano, mientras los chicos de mi edad 17, 18 años, se iban a trabajar a las esquilas, yo me quedaba en Porvenir para ganar mis pesos en locales nocturnos. Trabajaba de noche y dormía de día”.

“Egresado de la Ute, 1978 decidí regresar a Porvenir, desempeñándome en electricidad de automóviles, instalación de alumbrado en casas y un taller de radio y TV y en esa época ya teníamos un grupo musical llamado Sonido 4, en Porvenir con mi hermano Francisco y Luis Mayorga (Q.E.P.D) reemplazado por Ramón Cuevas, quienes participábamos en las fiestas, festivales, etc. también porque no decirlo, lugares ‘de dudosa reputación’”.

“Hasta esos lugares, por ejemplo el ‘7 Espejos’, llegaban a divertirse connotados vecinos, con los cuales nos encontrábamos posteriormente en la calle y nos entregaban una sonrisa cómplice, como diciendo ‘muere en la rueda chiquillo’”.

“Posteriormente fue el grupo Latinos, gran sonora, aún recordada por mucha gente de mi pueblo”.

La radio en el horizonte

“En 1979, la radio que pertenecía al Ejército fue entregada a un particular y yo me ofrecí como voluntario para hacer mis primeras incursiones en ese medio. Comencé ayudando como técnico, -puesto que yo tenía mi taller de radio y televisión- y ayudé a armar el equipo transmisor y echamos a andar la Radio Tierra del Fuego”. “Luego, quedé como radiocontrolador, en la época de la cinta abierta. Después pasé a ser una especie de supervisor y, finalmente quedé como director de la emisora. Mi hermano Francisco ingresó también como radiocontrolador, donde conoció a su esposa. Posteriormente, Francisco heredó el emporio ‘El Satélite’ y lo transformó en el minimarket que hoy entrega sus productos a una importante clientela de Porvenir y, en cuyo techo luce una figura en metal de Pedro Picapiedras, la que se fabricó a pedido de nuestro progenitor que era fanático de este personaje y, además, como era de baja estatura y gordito, la gente también lo apodaba ‘Picapiedras’”.

“Igualmente tuvo el sobrenombre de ‘Popi’. La historia de este apodo data de la época en que trabajó como cocinero en las esquilas. Se levantaba tres y media de la mañana a hacer pan y posteriormente a preparar las chuletas. Todo esto lo hacía transpirar y cuando terminaba su labor se iba desvistiendo rápidamente camino a un río en el cual se zambullía; y de esta manera lo calificaron como ‘Popi’, en semejanza al lobito marino nuevo que nada en el mar”.

“Como la radio me dejaba tiempo para realizar otras actividades, en la noche, además de ensayar con la orquesta, hacía clases de electro domésticos en el liceo nocturno, participaba con mi acordeón en el Club Amigos de la Cueca, hoy ‘Gastón Peralta’, como director musical, y aún me quedaba tiempo para reparar, a los clientes, alguna radio o televisor con desperfecto. Y los fines de semana músico, en diferentes actividades de Porvenir”.

En la Compañía de Teléfonos

“En 1983, y como el casado casa quiere, decidí buscar un empleo fijo y postulé a la Compañía de Teléfonos, siendo contratado como técnico por la empresa, sin vehículo y con mi escala al hombro”.

“En esos años ya existía la telefonía automática en Porvenir, con disco, pero con una central muy pequeña que sólo tenía capacidad para 175 clientes. Era un servicio muy caro y cualquiera no podía tener un teléfono”.

“En 1987 surgió la posibilidad de ir a Puerto Natales como encargado de la central automática recién instalada. Se sacaron todos los antiguos aparatos a magneto reemplazándolos por los de disco”.

“En Porvenir ya había nacido nuestro hijo Claudio, pero, por mi traslado, creció en Puerto Natales. Nuestra vida allí fue parecida a Porvenir, pero con más actividades”.

“Seguí en la música hasta el año 1995. Había llegado a instalarme en Puerto Natales en el año 1987, oportunidad en que me incorporé inmediatamente a una orquesta, Grupo Ozono para animar las Fiestas Patrias; después fue el Grupo Pentagrama, que fue una gran sonora. Igualmente tenía actividad en las radios locales (Radio Payne AM, Radio Eva FM), como técnico, trabajando además en la instalación y puesta en marcha de Radio Viento Sur y participando en el Club de Leones de Natales, institución de la cual fui presidente, por dos períodos. Allí dejé muchos amigos”.

En el año 2004, la empresa trasladó a José López a Punta Arenas para desempeñarse como supervisor.

Durante treinta y cinco años estuvo ligado a la Compañía de Teléfonos, trabajando en ese lapso con distintos gerentes, diferentes administraciones y experimentando los cambios tecnológicos, donde se utilizaban canales de Entel, y luego a la propia cadena satelital; igualmente vio los cambios de las centrales electromecánicas a las digitales, llegando a los celulares, internet y a la fibra óptica.

Emisoras fueguinas

“Siempre tuve el sueño de instalar mi propia radio. Lo podría haber hecho en Puerto Natales, porque cuando llegué había dos radios, Eva FM y Paine AM, con un solo dueño, Juan Navarro Vásquez. Pero me dije, el día de mañana cuando llegue el momento de jubilar, voy a instalar una radio en Porvenir, e irme de vuelta a mi ciudad”.

“En el año 2005 queríamos comprar la radio Tierra del Fuego, lo cual no se concretó”.

“En el año 2014, luego de mucha espera instalamos Radio Porvenir. Tenía 29 nombres para bautizar la emisora, pero primó la idea nacida en una reunión de los cuatro hermanos, quedando como Radio Porvenir FM. Luego se unió Radio Ona, AM”.

“Soy un favorecido por Dios porque me dio cosas muy interesantes en mi vida, las cuales fui recibiendo y aplicando en mi existencia”.

“Estoy triste sí, porque compruebo un retroceso en mi pueblo; no veo un avance. Cuando yo me fui, en el año 1983, la comunidad se entregaba sin que hubiera una gran absorción de mano de obra. Así surgieron muchas cosas y se mantenían en el tiempo. Hoy nada se hace sino es a través de un proyecto, que si bien es una ayuda para las instituciones, no es menos cierto que deja un poco de lado nuestro propio aporte, haciéndose cosas antes de la llegada de las empresas, y con menos ingresos por persona, gracias a las donaciones de todos y cada uno de los habitantes”.

“No se ve la participación del 100% de nuestra juventud. Ejemplo, hay que andar rogando para ayudar a los bomberos y participar como integrante. No hay voluntarios jóvenes para pertenecer a la Cruz Roja; murieron los diarios, se terminaron los inolvidables encuentros de basquetbol a gimnasio repleto, las regatas, manteniéndose con una baja, el fútbol”.

“Del mismo modo han tenido que traer gente de fuera para trabajar en las empresas. Porvenir es el lugar de la región donde la cesantía dura un par de días, ya que existen empresas donde recurrir y postular a un nuevo empleo”.

“Quienes conservamos la entrega sin pedir nada a cambio, somos los adultos, de 60 para arriba, que aún tenemos el espíritu de decir: ‘Vamos nomás, no importa que no haya plata; hay manos’ y mantenemos incólume el espíritu de entrega y compromiso, aunque ya no tengamos la rapidez de la juventud”.

 

Los cuatro hermanos López en Radio Porvenir.

 

José López, en el Liceo Industrial de Punta Arenas.

 

Jose (círculo) también tocó en el grupo Sonido 4.

 

Con su familia y su acordeón, instrumento que le dio gratas satisfacciones.

 

José López (círculo) integrando el grupo musical Latinos.

 

Fuente: La Prensa Austral

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