Ha comenzado la carrera por el próximo cupo para quien será el alcalde de Punta Arenas, proyecto ciudadano que será clave para esta ciudad histórica, que fue ruta obligada del comercio y navegación, previo a la apertura del Canal de Panamá.
Como ciudadanos, uno de nuestros deberes es informarnos sobre cuál es la trayectoria de quienes postularán a tan importante cargo, y en tal sentido habrán algunos candidatos que priorizarán la dicha propia por sobre el bienestar de la sociedad, aspirando a una elección inspirados por su estilo arrogante y abusivo, muy en contraposición al deber ser de hombres justos.
Es que no podemos olvidar cómo actores de la política han disfrazado la verdad, y la buena fe se desconoce, cuando lo maquiavélico y el proyecto propio supera al bien común.
Como actor público no dejo de sorprenderme cuando veo y escucho, a través de diversos medios de comunicación, al ex seremi García, pretendiendo ocupar otro cargo público, ahora, desde el municipio de Punta Arenas, el mismo que atentó contra importantes fuentes de trabajo, contra el progreso y bienestar de la gente de Tierra del Fuego y Navarino, y por supuesto instalando incertidumbre y obstáculos contra quienes -sorteando grandes dificultades- decidieron de igual forma aportar y hacer patria desde la isla,
Vecinas y vecinos de Magallanes, lo digo con todas sus letras: la institución de Hacienda tuvo un desapego total en generar riqueza a una zona que lo necesita imperiosamente, y cuya ex autoridad, continúa distorsionando la verdad. Entonces preguntémonos ¿en beneficio de quién?
No nos olvidemos: a Magallanes había llegado, supuestamente, el Sheriff con la etiqueta de poner orden, intentando hacer ver que, a diferencia de sus antecesores, las empresas de la isla ahora tendrían un control efectivo. Tristemente fue solo el eslogan para una verdad que se distorsionaría, ya que los controles anteriores, como los realizados por Tesorería Regional, entre otros organismos del Estado, siempre fueron muy rigurosos.
Además, hizo ver por los medios de comunicación casos dignos de destacar, como cuando se pavoneaba informando la caducidad de más de 100 empresas ligadas a la Ley Navarino. Sin embargo no era cierto. La verdad fue que, a excepción de solo una empresa, todas estaban en derecho fuera de la Ley muchos años antes. También habló de empresas perseguidas por fraude, situación que jamás fue real. Este candidato atentó contra pequeñas empresas innovadoras acogidas a leyes de excepción y destruyó sus fuentes laborales cuando obstaculizó todo aquello que generara progreso; fue también quien apoyó mensajes populistas, como eliminar beneficios a las empresas y regalárselos al pueblo.
El burócrata que atenta contra las pymes debe entender que son sus trabajadores los que más sufren cuando sus políticas no son certeras y generen inestabilidad. Hay que entender y no olvidar que son ellos, quienes con mucho esfuerzo deben alimentar y educar a sus hijos.
La ciudadanía debiera conocer las cualidades en aquellos que postulan. Ojalá el elegido fuese aquel que priorice el Medio Ambiente, que proteja la naturaleza, que promueva valores, el progreso y la educación.
Fuente: Ovejero Noticias