LOCALES

Salmonera Fiordo Austral de Porvenir proyecta nuevas inversiones

La compañía tiene dos importantes proyectos en mente. Uno de ellos es la ampliación de su planta de Porvenir. El otro tiene que ver con el diseño de un sistema que permitiría hacer frente a eventos de FAN de alta intensidad. El nuevo gerente general detalla estas iniciativas.

A fines de 2018, el ingeniero civil de industrias  y MBA de la Universidad de Colorado (Estados Unidos), Joaquín Gajardo, sumió como gerente general de Fiordo Austral, empresa dedicada a transformar diferentes materias primas en ingredientes de alto valor nutricional. En la salmonicultura, la firma es conocida por reducir diversos coproductos, como mortalidades provenientes centros de cultivo, así como vísceras sobrantes de las plantas de proceso, en diversos productos de uso industrial.

En estos meses, el nuevo gerente general de la firma –quien ha mantenido por varios años relación con este grupo de empresas– ha estado bastante ocupado. Por un lado, ha estado coordinando la ampliación de la planta de Porvenir (región de Magallanes), con el fin de prestar un mejor servicio para las firmas existentes y aquellas que están iniciando operaciones en el extremo austral. Además, la compañía se ha embarcado en un ambicioso proyecto que pretende ofrecer a los salmonicultores locales una solución integral para el manejo de las mortalidades masivas.

Según lo explicado, si hoy se produjera una mortalidad de salmones de enorme envergadura, como la de 2016 –cuando se perdieron unas 40.000 toneladas de peces a causa de Floraciones Algales Nocivas (FANs)– la industria no tendría una alternativa viable para reducir esos productos. Una buena parte se podría procesar en las plantas reductoras, pero, ¿qué se puede hacer con el resto? Todo indica que ello se convertiría en un gran problema, puesto que acceder a vertederos, en la actualidad, es bastante complejo.

Es por eso que la compañía está trabajando en un proyecto mediante el cual se pretende construir equipos –que irían montados en barcos de rampa plana– que puedan ir a los centros de cultivo, extraer grandes cantidades de mortalidad, ensilar in situ y transportar esos desechos rápidamente  a los puertos. Para que todo funcione, la iniciativa también incluiría inversiones en estanques de almacenamiento en tierra y una ampliación de la planta de Panitao de Fiordo Austral. Se trata de una gran apuesta que, de tener una buena recepción por parte de las autoridades y productoras de salmónidos, minimizaría significativamente los impactos de una posible contingencia ambiental.

¿Por qué Fiordo Austral ha decidido involucrarse en un proyecto tan amplio, como es la implementación de equipos móviles de ensilado y todo lo asociado a dicha idea?

Entendemos que cada eslabón de la industria del salmón tiene que hacer el mejor trabajo posible. Las plantas de alimento, por ejemplo, hacen lo suyo en el sentido de crear dietas alternativas que contribuyan a prevenir enfermedades y tener peces más robustos. Otros actores, de seguro, también hacen su aporte. Nosotros somos los últimos en la cadena, pero muy importantes para que todo fluya. Por ejemplo, hace unas semanas, cuando hubo un corte en un camino en Chiloé, nos llamaban desde las plantas preocupados sobre cuándo podríamos retirar las vísceras. Algunas nos decían que si no llegábamos en dos horas, tendrían que parar y detener las cosechas. Dicho eso, es que  hoy estamos con dos importantes proyectos en la cabeza. Uno de ellos es el de FAN y el otro es de la ampliación de la planta de Porvenir.

Respecto del proyecto de FAN, creemos que tenemos que avanzar porque todo lo que se hizo en 2016, cuando una parte de las mortalidades terminaron en altamar, otra en zanjas sanitarias y otra en vertederos, nada de eso hoy es posible. De ese modo, tenemos que proponer una solución dimensionada para los volúmenes que se vayan a generar. Entiendo que Intesal y SalmonChile están trabajando para ver factibilidad de tener vertederos disponibles, pero en Chiloé recientemente tuvimos el caso de uno que había cumplido su vida útil y no era posible aprobar algo nuevo. Se trataba de desechos domiciliarios. Entonces, la posibilidad de que tengamos un vertedero para disponer pescado, es cero. También vimos la experiencia del Seikongen, que tenía un silo estabilizado e inerte. De ese modo, lo que hagamos tiene que ser pensado con la capacidad de absorber el 100% de las mortalidades que potencialmente se generen, porque está claro que ya no tendremos las opciones de hace cuatro años.

Por lo que entendemos, en este proyecto se habla bastante del concepto de “invisibilidad”, ¿podría explicar aquello?

Hace unos días, estuvimos en el puerto de Castro (Isla de Chiloé) probando sobre nuestro barco ‘Mariana’ uno de los equipos que queremos implementar; un contenedor de 40 pies capaz de succionar pescado en profundidad y de convertir aquello en silo.  El barco estaba allí con silo en su interior, el cual fue bombeado a un estanque. Luego, llegó un camión, cargó alrededor de 20 toneladas de desechos y se retiró. Justo en ese momento, se estaba grabando, en el mismo lugar, una teleserie. Había gente que estaba esperando a los actores y nosotros estábamos ahí, en estas faenas. Sin embargo, nadie se dio cuenta de nada, porque no había olor, todo pasó por cañerías, todo iba en estanques, de modo que la operación fue prácticamente invisible. Si hubiera llegado la mortalidad en bins, con sangre, mal olor, te aseguro que la gente habría estado con pancartas reclamando contra la industria del salmón. La invisibilidad de la cual hablo no es en un sentido tramposo, sino que en el sentido de no afectar la vida de las personas, de realizar acciones con cero impacto visual, o de olores, o de cualquier tipo de contaminación. No queremos generar externalidades negativas en nadie. Es así como estamos trabajando mucho en este proyecto que esperamos validarlo con Sernapesca y con los productores para poder aplicarlo.

¿Cómo cree que será recibida esta idea por los salmonicultores? ¿Qué rol les tocaría a ellos jugar?

Tenemos que ver conversar con la industria, para ver cómo financiar las inversiones que se requieren. Hay que tener claro que buena parte de esta inversión puede que no sea ocupada, pero hay que estar preparados. Todos nos acordamos del FAN cuando están las condiciones, pero cuando llueve y hace frio, nos olvidamos. De ese modo, tenemos que resolver cuántos equipos de succión tendremos que construir, además de otros aspectos. Claramente, aquí hay gran parte del trabajo que va a tener que seguir haciéndolo el productor. Pero nosotros estamos mostrando el camino de lo que es posible hacer.

¿Cómo sería el funcionamiento de este sistema, en la práctica?

Lo vemos como una central de electricidad a diésel o carbón, que existen, pero están paradas. Por ejemplo, un país sustentable y eficiente puede partir por ocupar la energía solar, luego sigue con la hidráulica, luego con la mareomotriz, y la última que echa a andar es la de carbón. A estas se les paga un Fee solo por existir. Si opera, entra a otro esquema de costos. Aquí hemos pensando que podría funcionar algo similar, porque estamos hablando de resolver varios cuellos de botella para reaccionar ante un FAN, conscientes que de que las probabilidades de que todo esto se ocupe son bajas y que pueden pasar cuatro o cinco años hasta que se requiera. No obstante, hay que realizar una constante mantención. Los estanques tendrán que estar en buenas condiciones, las bombas tendrán que estar operativas y tendremos que estar alertas para tener una buena reacción. Hay que tener una conversación muy abierta con los productores. Ver lo que cuesta hacer esto y lo que cada uno puede aportar para solucionar una problemática que afecta a todos.

Pasando a otro tema ¿cuál es la necesidad que han visto para ampliar la planta de Porvenir?

En Magallanes, hay seis productores y sentimos la responsabilidad de tener capacidad instalada suficiente para poder procesar la víscera que se genere en la zona y no tener que trasladarla por medio Chile. Para ese proyecto, ya tenemos la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) aprobada. La idea es tener capacidad instalada en esa zona donde la industria decidió expandirse, siempre preocupándonos de no generar impacto, avanzando en un concepto de invisibilidad.

Finalmente, ¿cómo ve la consolidación que se está dando en la salmonicultura local? ¿Los podría afectar a ustedes, como proveedores?

Nosotros somos esa hormiga que va todos los días a buscar hojas, las corta y las trae. Si a la reina del hormiguero la cambiaron, nosotros seguiremos haciendo nuestro trabajo. Pero, en concreto, creo que es bueno que haya empresas grandes, que sean competitivas, que puedan sobrellevar mejor las crisis, porque crisis van a ocurrir; de precios, sanitarias o de otra índole, y las compañías pequeñas a veces no son tan flexibles para soportar estos hechos, lo que termina afectando a la gente. Nuestra posición es más bien neutra. Tenemos tanto que hacer en el horizonte, que el hecho de que la contraparte vaya cambiando, no nos preocupa demasiado.

Fuente: Aqua.cl


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