- Los agresores arrojaron agua hervida a dos hombres con el fin de darles una “lección” por haber intimado sexualmente en las primeras horas del Año Nuevo, en Porvenir. Ambos imputados serán investigados como coautores de los delitos de homicidio calificado en grado de frustrado y lesiones menos graves.
- Abogados integrantes del Grupo Defensa Víctimas, del Estudio Jurídico del ex Fiscal Nacional Sabas Chahuán, que vinieron desde Santiago a hacerse parte solidaria a la formalización del Ministerio Público, señalaron que por las características del ataque se configura un acto de homofobia en el que aplica directamente la Ley Zamudio.
Angustiantes gritos, que no fueron atendidos por ninguno de los otros cuatro ocupantes de su propia vivienda, con quienes pocas horas antes había estado compartiendo con abundantes bebidas alcohólicas la llegada del Año Nuevo, ni menos por sus propios sádicos victimarios, que fueron parte del festejo previo, lanzaba José David Muñoz Vargas, el vecino porvenireño de 56 años que fue brutalmente quemado con agua hirviendo. Así fue el crudo relato con que la Fiscalía de Porvenir formuló cargos a Juan Pablo Vilches Valdivia, de 36 años y a Nelson Javier Alexander Aguilar Gómez, de 18, en la audiencia de control y formalización efectuada la mañana y tarde de ayer en el Juzgado de Letras y Garantía de Tierra del Fuego.
De acuerdo al relato del fiscal (s) de Porvenir, Sebastián Marín, los despiadados agresores intentaron darle una “lección” a Muñoz Vargas, por haber estado intimando con su amigo, Sergio Segundo Barría Calbuyahue, obrero de 41 años, como una forma de “limpiarlo” de esa relación homosexual. Fue así como le quitaron toda su ropa y lo sumergieron, sosteniéndolo entre los dos, en la tina de baño llena con el agua que minutos antes hicieron hervir en dos ollas en la estufa de la propia vivienda del ofendido.
Desprendimiento de piel
Tras el inhumano ataque, del que Muñoz Vargas salió del baño con una amplia zona quemada de la cintura hacia abajo, e incluso con desprendimiento de piel debido a la alta temperatura del agua en que lo obligaron a permanecer, fue cubierto con una frazada por alguno de los siete u ocho ocupantes que había en ese momento en su propia casa, para luego sentarse en un sillón e incluso servirse unos vinos con sus “huéspedes”. Sin embargo -pese al dolor que padecía- permaneció en su hogar hasta el día siguiente, 2 de enero, cuando su propio victimario Vilches Valdivia, llamó a la ambulancia del Samu y fue trasladado al servicio de Urgencias del Hospital Marco Chamorro Iglesias.
En el centro asistencial, el médico que lo atendió efectuó la denuncia por la inconsistencia del relato del paciente sobre el origen de sus gravísimas lesiones, donde señalaba haberse quemado mientras se duchaba y sin darse cuenta que el agua estaba muy caliente, negando la participación de terceros en el hecho. Y es que -unas horas antes- el vehículo de emergencia había traído desde el mismo domicilio a Barría Calbuyahue, quien presentaba quemaduras en un brazo y las piernas, lo que motivó las sospechas del facultativo.
Precisamente, los antecedentes los obtuvo la Fiscalía de las declaraciones entregadas a la Sip de Carabineros por el primer quemado, Barría Calbuyahue, actualmente hospitalizado en Punta Arenas, quien sindicó a Vilches y Aguilar como los autores de las lesiones suyas y de Muñoz. En su caso, Barría narró que mientras se daba una ducha, apareció en el baño Vilches con una olla de agua hirviendo, la que le arrojó al cuerpo pero que alcanzó a reaccionar dándole un puñetazo en el pecho, con lo que evitó que todo el contenido le cayera encima. Es más, apuntó que el aludido tenía la intención de echarle agua caliente a un tercer sujeto, el que alcanzó a huir de la vivienda.
Homicidio frustrado y lesiones menos graves
Dados los antecedentes reunidos, un set de 19 fotografías tomadas por la Sip, las declaraciones de parte de los demás testigos (incluyendo la madre de Vilches, María Elena Valdivia Uribe), de la sobrina de Muñoz Vargas (que escuchó un relato en que éste sinceraba su condición homosexual como el motivo por el que fue atacado e identificando a sus victimarios), la indagación de la PDI y los informes médicos. Hasta una declaración que obtuvo el fiscal regional Eugenio Campos en Santiago, donde permanece hospitalizado Muñoz, a su cuñada Rosa Aguirre, resistida por el defensor público Juan Carlos Rebolledo, llevaron al fiscal fueguino (s) a solicitar ante el juez Franco Reyes Pozo, investigar a los imputados como coautores de los delitos de homicidio calificado en grado de frustrado (en el caso de Muñoz) y lesiones menos graves (en el de Barría).
Cargos que fueron aceptados por el magistrado isleño, quien decretó el ingreso a prisión de los dos imputados, otorgando un plazo de investigación de los hechos de 120 días, con el que concordaron Fiscalía, Defensoría y los abogados querellantes Elías Zirené Pichara y Felipe Besnier Díaz, integrantes del Grupo Defensa Víctimas del Estudio Jurídico del abogado y ex Fiscal Nacional Sabas Chahuán, que vinieron desde Santiago a hacerse parte solidaria a la formalización del Ministerio Público.
“En un ataque homofóbico, aplica directamente la Ley Zamudio”
“Estamos en esta audiencia en Porvenir porque nos conmovió mucho el hecho horrible por el que fueron víctimas estas dos personas, nos contactamos a través de nuestro estudio jurídico con sus familiares y decidimos tomar esta causa ad honorem”, señaló el abogado jefe del Grupo Defensa Víctimas, Elías Zirené, del staff capitalino Sabas Chahuán, quien junto a su colega Felipe Besnier llegaron de Santiago a actuar como querellantes en la causa que tiene como víctimas a David Muñoz Vargas y Sergio Barría Calbuyahue.
“Nuestro estudio se enfoca en la defensa de víctimas que no tienen acceso a la Justicia, ya que muchas veces se confunde la Fiscalía como el abogado de las víctimas, lo que no es tal. Otras veces no tienen acceso a una defensa de calidad y pese a la Defensoría, en la práctica ésta no existe”, agregó el jurista. Apuntó que actuarán con todo el celo de la ley y aplaudió que ayer se logró la prisión preventiva de los imputados, esperando que en el futuro juicio haya sentencia condenatoria para ambos.
“Según los dichos de los imputados previos al ataque, éste habría sido porque las dos víctimas habían sostenido relaciones sexuales y ellos (los victimarios) habrían querido ‘limpiarlos’ sumergiéndolos a esta tina con agua hirviendo y arrojándole al segundo agua hirviendo con una olla, en un contexto de pos fiesta de Año Nuevo, habiendo otras personas cuando deciden quemarlos prácticamente vivos. Hoy tenemos a una persona en Santiago con riesgo vital, conectado a ventilador mecánico y en coma inducido y a la otra víctima, si bien fuera de peligro, con quemaduras de proporciones y ayer (anteayer) le fue nuevamente injertada piel en su tronco inferior”, describió Zirené.
Agregó que al tratarse de quemaduras del tronco inferior -en el caso de Muñoz en sus genitales- se configura un acto de homofobia en el que aplica directamente la Ley Zamudio. “Nosotros presentamos la querella en relación al señor Muñoz por homicidio frustrado y de don Sergio, por lesiones gravísimas. Depende del tenor de la condena (los agresores) arriesgan penas superiores a 5 años de cárcel, en este caso efectivas”.
Ello, clarificó, porque uno de los imputados tiene varios antecedentes anteriores y no tendría derecho a ninguna pena sustitutiva ni beneficio y en el caso del joven de 18 años, está en duda porque aunque no tiene antecedentes como adulto, los concentra cuando era menor de edad. Pese al plazo de investigación de 4 meses, detalló que la Fiscalía tiene recurso legal incluso, de solicitar una ampliación hasta por 2 años, según lo que resuelva el tribunal.
Sobre los antecedentes psiquiátricos del imputado Vilches, a quien en el pasado se le diagnosticó esquizofrenia, apuntó que se trata de un tema que esbozó la defensa, pero que no llevó los antecedentes a la audiencia. “En caso que el Servicio Médico Legal, como organismo competente pueda avizorar una inimputabilidad, o inimputabilidad disminuida, se podría seguir el mismo procedimiento, o uno especial, pero en ningún caso esta persona quedará en libertad. Podría quedar con medidas de seguridad en un centro psiquiátrico por un tiempo indeterminado que tiene que disponer el tribunal”, cerró.
Fuente: La Prensa Austral
