A las 11 horas de ayer se realizó en el Juzgado de Garantía de Punta Arenas la continuación de una audiencia que comenzó el martes, en la cual se debatiría el traslado del imputado Sergio Eduardo Quinchamán Hernández, de 42 años, desde la cárcel local al penal de Porvenir, luego de haber sido supuestamente amenazado de muerte por los internos del complejo penitenciario, los que habrían puesto una recompensa en dinero para quien lo pudiese agredir.
Previamente, el Ministerio Público no se opuso a la solicitud planteada por el abogado Paulo González, aunque consideró necesario escuchar a la abogada de Gendarmería para tener una opinión oficial respecto del traslado. Durante la jornada de ayer, se presentó la profesional de la institución, Tamara Díaz, quien esgrimió que no habría mayores inconvenientes respecto al traslado del imputado, pero poniendo una sola condición.
“Como es una unidad pequeña que no tiene mayores alteraciones al régimen interno, el imputado debe mantener un buen comportamiento, porque el 29 de agosto se aplicó una sanción disciplinaria por un insulto que profirió a un funcionario de Gendarmería”, expresó.
Ante esto, el magistrado Juan Enrique Olivares aceptó lo pedido por el abogado particular, ordenando el envío del interno hacia el penal de Tierra del Fuego.
Cabe recordar que Quinchamán Hernández se encuentra en prisión desde el 27 de julio, luego de haber sido acusado de asesinar con un arma de fuego a Marcela del Carmen Soto Alvarez, una vecina del barrio Archipiélago de Chiloé, percutiendo al menos seis disparos hacia el interior de la vivienda.
Fuente: La Prensa Austral
