Una reunión se realizó en dependencias de la gobernación provincial de Tierra del Fuego en la tarde del martes de la semana pasada, en la que se trató el tema del acortamiento de la segunda etapa por el territorio chileno de la isla, del 45° Gran Premio de la Hermandad Chilena Argentina, corrido el fin de semana previo entre Porvenir y Río Grande, y que debía haber cumplido el mismo tramo, en inversa, de regreso.
Como se recordará, la prueba de automovilismo deportivo fue primero, postergada en la hora de salida del segundo trayecto, porque el accidente de un camión militar imposibilitó el uso del tramo de camino del sur fueguino.
Finalmente, la carrera fue largada para esa 2ª fase recién a las 13 horas y el comisario deportivo argentino tomó la determinación de que llegue sólo al cruce caminero de Las Flores -en el lado chileno- decisión que fue aceptada por los dirigentes nacionales, lo que generó polémica y una serie de críticas, sobre todo por las autoridades locales, no así entre los pilotos, que al quedarse con la versión que el recorte se debió a medidas de seguridad, en su mayoría avalaron el término 300 kilómetros antes de su verdadera meta.
Para tratar la situación enojosa, tanto la gobernadora fueguina, Margarita Norambuena, como la alcaldesa de Porvenir, Marisol Andrade, programaron la mencionada reunión, a la que asistieron la mayor parte de los integrantes chilenos de la organización del evento (recordemos que ambas no asistieron a la ceremonia de premiación, molestas por lo acontecido). La autoridad provincial invitó a asistir al encuentro a la prensa, pero al llegar a la gobernación, el chofer oficial, Esteban Muñoz, impidió el ingreso a los medios, señalando que lo hacía por expresa instrucción de su jefa, la gobernadora.
Falta de transparencia
Poco después, y en contacto por celular, Norambuena manifestó que la reunión era sólo para los involucrados y que ella supuso que al invitar a la prensa, sería a conocer sus impresiones al término de la sesión, lo que motivó el retiro de los medios. Poco después y vía telefónica, fue la alcaldesa Marisol Andrade quien dio algunos detalles de lo tratado.
En términos generales, la jefa comunal dijo que existió un coloquio que era necesario, cordial y propositivo, ya que se logró aunar criterios en nuestro país para la próxima versión del Gran Premio. Aún así, no clarificó si se trató en profundidad las anomalías que ambas autoridades manifestaron en su momento, sobre porqué fue aceptada la imposición de la organización argentina. En suma, quedó la impresión en los medios de comunicación fueguinos que primó un excesivo “secretismo”.
Fuente: La Prensa Austral