El progreso trae consigo algunos problemas asociados y en el caso de Puerto Williams, la ciudad más austral de Chile, durante los últimos años se ha puesto énfasis en las obras públicas y en la llegada de nuevos servicios públicos, sin considerar las condiciones de habitabilidad o calidad de vida de las personas. Esto ha generado una creciente falta de vivienda y con ello un incremento importante en el precio de los arriendos. Ejemplo de lo anterior, son las casas de un dormitorio, cocina/living y baño que en 2015 no costaban más de $100 mil, hoy pueden llegar a valer hasta $500 mil.
El consejero regional por la provincia Antártica, Rodolfo Moncada recuerda que llegó a vivir a Puerto Williams hace diez años y que para entonces los arriendos eran asequibles o si uno quería comprar una casa los valores resultaban convenientes, incluso si se compara con Punta Arenas u otros lugares de Chile. Hoy, un alquiler puede ir fácilmente entre los 350 y 500 mil pesos, cuyas propiedades, según su apreciación, no lo valen, por ser viviendas de material ligero y muy pequeñas.
Moncada sostiene que cuando se empezaron a ejecutar obras de mayor envergadura, la constructora Vilicic tuvo la necesidad de comprar casas de antiguos pobladores para construir lugares donde alojar a sus trabajadores. Eso hizo que una casa que hace cinco o seis años valía 18 millones de pesos hoy en día esté en alrededor de $50 millones. El consejero añadió que ante la apremiante necesidad la empresa constructora empezó a pagar lo que le pedían, los precios se dispararon al doble, si es que no más. Paralelamente se instaló el Juzgado donde a los funcionarios se les asignó un bono de habitabilidad, en este caso para arriendo, sobre los $500 mil, siendo la razón por la que los dueños de las propiedades empezaron a cobrar no más. Finalmente esto ha gatillado que hayan construcciones muy precarias y en muy malas condiciones, donde familias, ya sea de pescadores o pueblos originarios que llegan a trabajar a dicha localidad, no cuentan con un gran sueldo o con un bono, simplemente no tengan donde vivir, siendo que tampoco existan terrenos disponibles.
Frente a este escenario, Moncada planteó: “Hoy en día es urgente que exista una política habitacional para Puerto Williams”.
En 2014 se firmó un convenio de programación entre el gobierno regional y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el cual está retrasado, aunque existe el compromiso del seremi de Vivienda José Miguel Horcos de ponerlo en marcha lo antes posible y concretar la construcción de casas que es una necesidad vital, pero no sólo para el sector más vulnerable, “sino también hay que pensar ya en crear poblaciones integradas y construir viviendas para la clase emergente y progresiva”, subrayó.
Las últimas viviendas construidas en Puerto Williams datan de 2014. Fueron 41 casas adquiridas a través del Fondo Solidario de Elección de Vivienda y que benefició a dos comités Al Kurru Akar (24 familias) e Ilusión en el Fin del Mundo (17 familias). De hecho la primera semana de junio viajarán personeros del Minvu a entregar la escritura definitiva a los asignatarios.
Moncada señaló que es una necesidad que Williams deje de ser un poblado y se transforme en una ciudad, lo que trae consigo costos asociados como la carencia de viviendas y es ahí donde los entes públicos tienen que responder a esta demanda. “Aquí nadie está en contra del progreso de Puerto Williams, pero paralelo a esto tiene que haber una política habitacional potente”, apuntó.
Por último, el consejero regional comentó que habían actualmente tres agrupaciones de vivienda, una de ellas integrada por 23 familias que se encuentran en etapa de diseño y dos en proceso de formación. “El Serviu ya tiene conocimiento de ellos, ya se formalizaron, tienen su personalidad jurídica vigente, en total yo diría que llegan a ser unas 150 familias”, sentenció.
Fuente: La Prensa Austral