LOCALES

Llegada del castor ha provocado la pérdida de 23 mil hectáreas de bosque en Magallanes

Ayer tuvo lugar en diversos puntos del globo, la celebración del Día Internacional de los Bosques -ecosistema que cubre un tercio de la superficie terrestre-, fecha proclamada en 2012 por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el propósito de crear conciencia acerca de la importancia de estos y la necesidad de avanzar en su conservación.

En la presente versión y bajo el lema ‘Bosques por unas Ciudades Sostenibles’, los análisis en la región apuntan a dos de las principales y delicadas aristas que afectan las especies arbóreas nativas locales: los incendios forestales y el acciones del castor.

Al respecto, el director regional interino de Conaf y jefe del Departamento de Desarrollo y Fomento Forestal (Defor), Nelson Moncada, abordó en conversación con La Prensa Austral, los dos puntos que hoy marcan la agenda de dicha institución, encargada por ley, de custodiar el buen uso de los ecosistemas forestales.

Los bosques

A modo de contexto -en relación con la fecha celebrada-, el personero comenzó detallando que en Magallanes se contabilizan nada menos que 2,6 millones de hectáreas de bosque nativo, siendo de esta manera la tercera región en relevancia a nivel nacional -que totaliza 14,3 millones de hectáreas-, después de Aysén que posee 4,3 millones y Los Lagos que tiene 2,8 millones. “Sin duda es una cantidad bastante importante y en ese sentido, cabe destacar que en el caso de nuestra zona, esa superficie la constituyen cuatro tipos forestales, que son lenga, coigüe de Magallanes, ciprés de las Guaitecas y Siempreverde, los cuales se encuentran representados en las unidades del Sistema Nacional de Areas Silvestres Protegidas del Estado (Snaspe). Esto significa que las mantenemos conservadas para el futuro”, precisó señalando además que de las 12 unidades insertas en el Snaspe regional, sólo en tres no hay bosque nativo: Parque Nacional Pali Aike, Monumento Natural los Pingüinos y el Monumento Natural Laguna de Los Cisnes. “Las que sí poseen son Bernardo O’Higgins, Torres del Paine, Milodón, Kawésqar, Parrillar, la reserva Magallanes, Yendegaia, D’ Agostini”, dijo.

En caso de bosques privados

Ahora bien, mientras a través del Snaspe se apunta a la preservación y conservación de estos ecosistemas, Moncada enfatizó que en el caso de la propiedad privada corresponde se aplique la Ley Nº20.283 sobre Recuperación de Bosque Nativo y Fomento Forestal, del año 2008, que entre otros aspectos establece la definición de bosque con los requisitos de una superficie mínima de 0,5 hectáreas, con un ancho mínimo de 40 metros y una cobertura de copas no inferior al 25%. “Respecto de ella, nosotros tenemos la obligación de administrar y fiscalizar. A nivel regional, se intervienen en promedio unas 2.000 há de bosque nativo con fines extractivos, en la propiedad privada. Eso tiene que ver con técnicas silvícolas que ha desarrollado la ciencia forestal por siglos y consiste en extraer una cierta cantidad de árboles, con el propósito de mantener otra cantidad y de esta manera lograr que el bosque se regenere en forma natural”, indicó.

Acerca de este punto, el jefe del Defor señaló que durante 2017 se fiscalizaron 2.186 há. “Eso significa que estamos abarcando casi un 100% de lo que se corta. Claro está, hay incumplimientos, pero no superan el 1% y hay sanciones claras que incluyen adoptar un plan de manejo, donde el propietario está obligado a corregir lo que dañó”, expuso.

Incendios y castor

A la hora de dimensionar las mermas -en lo que a bosques se refiere-, el director interino explicitó que según datos de Conaf , desde el año 1997 hasta la fecha se han perdido en Magallanes unas 3.500 há de bosque, consideradas en éstas, las afectadas en los incendios de 2005 y 2012 en el Parque Nacional Torres del Paine, en que se quemaron 2.000 há y 1.500 há respectivamente. “A eso hay que sumar los daños que ocasiona el castor, que desde que ingresó a nuestra región desde territorio argentino, en la década de los 50’, ha provocado la pérdida de bosque equivalente a 23.000 hectáreas, lo que ha sido bastante impactante. Esas superficies se encuentran por lo demás, precisamente donde vive el mamífero”.

Consultado en torno a iniciativas para hacer frente al accionar del roedor, el personero explicó que este año la Conaf avanza en la consolidación de un proyecto que es financiado por el Banco Mundial y que permitirá reforestar áreas abandonadas por este animal para determinar metodologías viables de restauración. “Esto lo hacemos pensando en el futuro, para que cuando algún día el castor sea controlado y ojalá erradicado, nuestra institución tenga el conocimiento para restablecer estas 23.000 há -o quizás más- que se han perdido a causa de su presencia”.

Restauración

A la hora de visualizar el tiempo que tomará restaurar las zonas dañadas, Moncada indica que los plazos son difíciles de precisar, dadas las extensiones de terreno involucradas y el despliegue humano requerido en sectores que en ocasiones, son de difícil acceso. “En los últimos 10 años hemos reforestado unas 300 há donde resultaron bosques incendiados del Parque Nacional Torres del Paine. Si bien queda mucho en esta materia, el punto a favor es que la Conaf ha mejorado bastante las técnicas de restauración”, formuló.

Concurso

Finalmente, Moncada señaló que hasta el 28 de mayo está abierto el concurso de postulación de proyectos al manejo de bosque nativo de la ley 20.283, “por lo que se invita a propietarios y consultores a acercarse a las oficinas de Conaf o visitar la página web institucional para ver los detalles del proceso”.

Fuente: La Prensa Austral

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