La senda de penetración Estancia Vicuña-Bahía Yendegaia ha sido definida como “la columna vertebral para un futuro desarrollo turístico dadas las incomparables bellezas naturales que ofrece la zona en forma de ríos, lagos, cordillera moldeada por los hielos, bosques, glaciares y abundante fauna silvestre”.
Para interiorizarse de la marcha de estos trabajos, algunos integrantes del saliente Consejo Regional realizaron la semana pasada una visita a la Provincia de Tierra del Fuego, en la que pudieron conocer en terreno parte de la labor que ha estado realizando el Cuerpo Militar del Trabajo (CMT), perteneciente al Ejército de Chile.
Allí se informó que sólo restan 40 kilómetros para terminar el trazado, si bien para concluirlo tomará muchísimos años más, pues el CMT se enfrenta ahora a una de las etapas más difíciles, cual es remontar la cordillera Darwin. Además, surgieron otras dificultades, como fue el hallazgo de vestigios humanos de gran antigüedad entre los conchales de un punto donde estaba destinada la apertura del sendero, en el sector del Beagle. Esto último obligará a idear un trazado distinto.
Si bien gran parte del desarrollo turístico de Magallanes se ha registrado en torno al Parque Nacional Torres del Paine, el potencial que ofrece Tierra del Fuego es enorme, a tal grado que, sin duda, en pocos años más está destinada a convertirse en el principal atractivo para los visitantes nacionales y extranjeros. No cabe duda que, para ello, es esencial seguir imprimiendo velocidad a la labor del CMT, a fin de terminar el camino que permitirá unir el estrecho de Magallanes con el canal Beagle y, con un tramo marítimo, llegar hasta la isla Navarino, en plena Provincia Antártica.
Esto último agrega otro componente, quizás, más importante: el geopolítico. Esta senda permitirá la integración total del territorio chileno, tanto continental como insular, incentivando su poblamiento y dando continuidad territorial desde Visviri a Puerto Williams.
Fuente: Editorial La Prensa Austral